El oído debe mantenerse seco. Los antibióticos suelen
ser innecesarios. Sin embargo, es necesaria la profilaxis con antibióticos
orales de amplio espectro o gotas con antibióticos si los contaminantes pueden
haber entrado a través de la perforación, como ocurre en las lesiones
sucias.
La cirugía puede ser necesaria para las perforaciones que
persisten durante más de dos meses, la interrupción de la cadena de huesecillos
o las lesiones que afectan al oído interno.