ENFERMEDAD
PERFORACIÓN TIMPÁNICA
Las causas traumáticas de perforación de la membrana
timpánica comprenden:
• Introducción de objetos en el conducto auditivo deliberadamente (p. ej., hisopos
de algodón) o accidentalmente
• Conmoción cerebral por una explosión o una
bofetada en la oreja
• Traumatismo craneal (con o sin fractura basilar)
• Presión negativa repentina (p. ej., aspiración fuerte
sobre el conducto auditivo)
• Barotraumatismo (p. ej., durante los viajes en avión o el buceo)
• Perforación yatrogénica durante el riego o la eliminación
de un cuerpo extraño.
Las lesiones penetrantes pueden provocar luxaciones
de la cadena de huesecillos, una fractura del estribo, el
desplazamiento de los huesecillos, sangrado, una fístula de perilinfa
desde la ventana oval o redondeada hasta el espacio del oído medio, o la lesión
del nervio facial.
DIAGNÓSTICO
PERFORACIÓN TIMPÁNICA
El diagnóstico de la perforación timpánica se basa en la
otoscopia, junto con la hemorragia. A menudo, no es necesario ningún
tratamiento específico.
Las perforaciones pequeñas pueden requerir estudios de
impedancia.
Los estudios audiométricos se realizan antes y después del
tratamiento para evitar la confusión entre la sordera parcial inducida por el
traumatismo o la inducida por el tratamiento.
Los pacientes con sordera parcial marcada o vértigo
grave deben ser evaluados por un otorrinolaringólogo lo antes posible.
La timpanoplastia exploradora puede ser necesaria para evaluar y reparar los daños.
TRATAMIENTO
PERFORACIÓN TIMPÁNICA
El oído debe mantenerse seco. Los antibióticos suelen
ser innecesarios. Sin embargo, es necesaria la profilaxis con antibióticos
orales de amplio espectro o gotas con antibióticos si los contaminantes pueden
haber entrado a través de la perforación, como ocurre en las lesiones
sucias.
La cirugía puede ser necesaria para las perforaciones que
persisten durante más de dos meses, la interrupción de la cadena de huesecillos
o las lesiones que afectan al oído interno.