Los objetivos del tratamiento son aliviar el dolor, mantener la flexibilidad y optimizar la función global.
Los principales tratamientos comprenden medidas físicas que implican rehabilitación, ortesis, ejercicios de fuerza, flexibilidad y resistencia, la educación del paciente y modificaciones en las actividades de la vida diaria. Los tratamientos adyuvantes comprenden farmacoterapia y cirugía.
Hay que utilizar técnicas de rehabilitación antes de que aparezca discapacidad, como ejercicios de movilidad isométricos para mantener la amplitud de los movimientos y aumentar la capacidad de los tendones y músculos para absorber el estrés durante la marcha.
Hay que realizar estiramientos diariamente. Sin embargo, unos pocos minutos de descanso (cada 4 a 6 h durante el día) pueden ayudar al equilibrio.
La modificación de las actividades de la vida diaria puede ser útil. Por ejemplo, un paciente con artrosis de rodilla debe evitar las sillas bajas.
El uso regular de cojines debajo de las rodillas cuando se está echado alivia las contracturas. Los pacientes deben utilizar un asiento de automóvil alto. Realizar ejercicios posturales, llevar zapatos con buen apoyo o zapatillas deportivas, y realizar actividad física suave con ejercicios en agua caliente puede ayudar a prevenir las contracturas.
La medicación es un complemento del programa físico. El acetaminofeno en dosis de hasta 1 g puede aliviar el dolor y es seguro.
Los AINE, entre ellos los inhibidores de la ciclooxigenasa-2, pueden considerarse si los pacientes tienen dolor resistente al tratamiento o si hay signos de inflamación (p. ej., enrojecimiento, calor). Los AINE pueden utilizarse simultáneamente con otros analgésicos (p. ej., tramadol, opiáceos) para proporcionar un mejor alivio de los síntomas.
Los relajantes musculares (generalmente en dosis bajas) pueden aliviar de vez en cuando el dolor de los músculos contracturados. Sin embargo, en las personas de edad avanzada, pueden causar más efectos adversos que alivio.
Los corticoesteroides orales no tienen ningún papel. Sin embargo, los corticoesteroides intrarticulares de absorción lenta ayudan a aliviar el dolor y a aumentar la flexibilidad en general.
El ácido hialurónico, un componente normal de la articulación, puede inyectarse en la rodilla, con alivio del dolor durante cierto período de tiempo. Sin embargo, el efecto parece ser corto. El tratamiento consiste en una serie de 3 a 5 inyecciones semanales.
Para aliviar el dolor se han propuesto 1500 mg de sulfato de glucosamina 1 vez al día; también se han propuesto 1200 mg de sulfato de condroitina 1 vez al día. Los estudios hasta la fecha han puesto de manifiesto unos resultados mixtos en cuanto al alivio del dolor.
Otras medidas adyuvantes pueden aliviar el dolor, como los masajes, las almohadillas calefactoras, la pérdida de peso, la acupuntura y la neuroestimulación eléctrica transcutánea.
La laserterapia específica con longitudes de onda apropiadas es muy eficaz en cuanto a la mejoría de dolor, la inflamación y el retraso de la cirugía, si bien no es de uso común y sólo se realiza en centros especializados.
La cirugía mediante el recambio de la articulación con una próstesis de rodilla parcial o total es una solución definitiva para el dolor y para recuperar la movilidad de la rodilla.