La gingivitis simple se controla con una higiene bucal adecuada con o sin enjuagues antibacterianos bucales.
Restauraciones o sustituciones dentales locales.
Los excesos de encías deben extirparse. La hiperplasia gingival debe tratarse con higiene frecuente y limpiezas profesionales frecuentes. Reducir los fármacos que producen hiperplasia.
Reducir los tumores del embarazo.
El tratamiento de la pericoronitis consiste en:
- Eliminación de restos de debajo del colgajo gingival
- Riego con solución salina, peróxido de hidrógeno al 1,5% o clorhexidina al 0,12%
- Sobre todo cuando los episodios se repiten, extracción.
Si aparece una infección grave, hay que administrar antibióticos antes de la extracción y mantenerlos durante el período de cicatrización. Una pauta habitual consiste en amoxicilina 500 mg cada 6 horas durante 10 días (o hasta 3 días después de que haya disminuido completamente la inflamación).
Los abscesos asociados a la pericoronitis exigen una incisión localizada y drenaje, la escisión de un colgajo periodontal, o el desbridamiento o la extracción radicular.
En la gingivitis por trastornos sistémicos, el tratamiento va dirigido a la causa subyacente.
En la gingivitis descamativa durante la menopausia, la administración secuencial de estrógenos y progestágenos puede ser beneficiosa, pero puede tener efectos adversos. Si no, los dentistas pueden recetar un enjuague de corticoesteroides o una pasta de corticoesteroides que se aplica directamente en las encías.
La gingivitis por pénfigo vulgar puede requerir tratamiento con corticoesteroides sistémicos.