Los tratamientos más eficaces comprenden el uso de tacón en el zapato, con ejercicios de estiramiento de la pantorrilla y la fascia plantar.
Las ortesis (plantillas) prefabricadas o a medida también pueden aliviar la tensión aponeurótica y sus síntomas.
Otros tratamientos pueden comprender modificaciones de la actividad, AINE, pérdida de peso en pacientes obesos, frío con hielo, tratamiento con masajes e inyecciones de corticoesteroides ocasionales. Sin embargo, dado que las inyecciones de corticoesteroides pueden predisponer a fasciosis plantar, muchos médicos limitan el uso de estas inyecciones.
El tratamiento va dirigido a solucionar la tendinitis insercional o la fascitis plantar. Si se observa un espolón calcáneo y el dolor está muy localizado, se inicia tratamiento con plantillas de descarga a medida o, si el dolor es muy incapacitante, se administra una infiltración, pero si esto no es suficiente, o el dolor es crónico, existen fisioterapias mediante ondas de choque focalizadas (ESWT, en sus siglas en inglés) que pueden solucionar la patología.
Si es dolor es más fascial que insercional y tampoco se soluciona con plantillas de descarga, los láseres específicos pueden mejorar el dolor y la inflamación de manera notable.
De vez en cuando, la cirugía puede ser resolutiva y consiste en la desinserción de las fibras que se insertan en el calcáneo.