El tratamiento comprende:
- Corticoesteroides para los brotes agudos
- Inmunomoduladores para prevenir los brotes
- Baclofeno o tizanidina para la espasticidad
- Gabapentina o antidepresivos tricíclicos para el dolor
- Atención complementaria
Los objetivos comprenden acortar los brotes agudos,
disminuyendo su frecuencia y aliviando los síntomas; es particularmente
importante mantener la capacidad del paciente para caminar.
Se recomienda ayuda y apoyo junto con ejercicio habitual (p.
ej., bicicleta estática, cinta, natación, estiramientos) incluso para los
pacientes con EM avanzada, debido a las afecciones cardíacas y musculares;
reduce la espasticidad, impide contracturas y tiene beneficios psicológicos.
El aporte complementario de vitamina D puede disminuir el
riesgo de progresión de la enfermedad. La vitamina D también reduce el riesgo
de osteoporosis, especialmente en los pacientes con mayor riesgo.
Los pacientes deben mantener una vida activa y tan normal
como sea posible, pero deben evitar el exceso de trabajo, el cansancio y la
exposición al exceso de calor.
Hay que dejar de fumar.
La vacunación no parece aumentar el riesgo de brotes. Los
pacientes debilitados requieren medidas para prevenir las úlceras de decúbito y
cateterismos; puede ser necesario un autosondaje urinario intermitente.