El tratamiento inicial consiste en analgésicos a la espera de la evaluación dental y el tratamiento definitivo.
Un paciente que va con frecuencia a urgencias en busca de analgésicos fuertes, pero que nunca recibe tratamiento dental definitivo a pesar de la disponibilidad, puede estar buscando opioides.
Para la mayoría de los trastornos, aparte de la pulpitis irreversible (p. ej., pulpa necrótica, periodontitis apical, absceso, celulitis), se administran antibióticos dirigidos a la flora bucal. El paciente con pericoronitis también debe recibir antibióticos. Sin embargo, los antibióticos pueden aplazarse si el dentista puede ver al paciente el mismo día y tratarle la infección mediante la eliminación de la fuente (p. ej., extracción, pulpectomía, legrado).
Cuando se utilizan antibióticos, y las infecciones tratadas con penicilina durante más de 3 días no mejoran, puede que los pacientes respondan mejor a la clindamicina.
Un absceso asociado bien desarrollado con fluctuación (suave) normalmente se drena a través de una incisión con bisturí. A menudo se coloca un drenaje suturado.
La pericoronitis o erupción del tercer molar se trata con enjuagues de clorhexidina o suero fisiológico hipertónico (una cucharada de sal mezclada en un vaso de agua caliente; no más caliente que el café o té). Con el agua salada, se hacen enjuagues en la boca en el lado afectado hasta que el agua se enfría y, a continuación, se escupe e inmediatamente se da otro sorbo de agua. Generalmente, tres o cuatro vasos de agua salada al día controlan la inflamación y el dolor a la espera de la evaluación dental.
El paciente con trombosis del seno cavernoso o angina de Ludwig requiere hospitalización inmediata, extracción del diente infectado y antibióticos parenterales según el cultivo.