El tratamiento consiste en la erradicación del H. pylori, cuando está presente, y la administración de antiácidos.

El tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales exige la erradicación del H. pylori cuando están presente.

El tratamiento consiste en la erradicación de la úlcera gastroduodenal y la reducción de la acidez gástrica en los pacientes con Helicobacter pylori. Para las úlceras duodenales, es especialmente importante suprimir la secreción ácida nocturna.

Los métodos para disminuir la acidez comprenden una serie de fármacos, todos ellos eficaces, pero que varían en cuanto al coste, la duración del tratamiento y la comodidad de dosificación. Además, pueden utilizarse fármacos protectores de la mucosa (p. ej., sucralfato) para reducir los procedimientos quirúrgicos.