El tratamiento va dirigido a las causas. Si es
necesario, se utiliza tratamiento antiarrítmico directo, incluidos fármacos antiarrítmicos,
cardioversión, desfibrilación, marcapasos o una combinación de éstos.
La necesidad de tratamiento varía. Está guiada por los
síntomas y los riesgos de arritmia. Las arritmias asintomáticas sin riesgos graves
no requieren tratamiento. Las arritmias sintomáticas pueden exigir tratamiento
para mejorar la calidad de vida. Las arritmias potencialmente mortales
requieren tratamiento.