Los síntomas neurológicos comprenden una amplia variedad de anomalías visuales y oculo-motoras,
parestesias, debilidad, espasticidad, disfunción urinaria y deterioro cognitivo
leve.
Síntomas frecuentes pueden ser rigidez leve o fatigabilidad atípica de una extremidad, alteraciones
leves de la marcha, dificultad para controlar la vejiga, vértigo y trastornos
afectivos leves; generalmente, todos indican dispersión de la afectación del
sistema nervioso central, aunque pueden ser muy sutiles.
El deterioro cognitivo leve es frecuente. Puede producirse apatía, malas respuestas o falta
de atención.
Los trastornos afectivos comprenden labilidad emocional, euforia o más comúnmente
depresión. La depresión puede ser reactiva o en parte debida a lesiones
cerebrales.