La fiebre en el niño es la temperatura corporal de 38 grados o más alta, medida en el recto, con postración persistente del bebé.
La temperatura corporal normal varía de un niño a otro y a lo largo del día. El niño es muy
propenso a los cambios de temperatura ante cualquier incidencia.
La importancia de la fiebre depende del contexto clínico y del pico de temperatura. Algunas
enfermedades leves causan fiebre alta, mientras que algunas enfermedades graves
causan sólo una suave elevación de la temperatura.
Es importante que la temperatura tomada en casa debe ser equivalente a la temperatura tomada en la consulta.