Dra. Laurie Barcl
Un artículo de revisión publicado en American Family Physician ofrece recomendaciones para el uso en atención primaria del lavado nasal con suero salino como tratamiento complementario de los trastornos de la vía respiratoria alta.
El Dr. Rabago y la Dra. Zgierska de la University of Wisconsin School of Medicine and Public Health de Madison (Estados Unidos) afirman que “los trastornos de la vía respiratoria alta como la rinosinusitis aguda y crónica, la infección viral de la vía respiratoria alta y la rinitis alérgica son frecuentes y afectan de modo negativo a la calidad de vida de los pacientes”. “El lavado con suero salino es un tratamiento complementario de los trastornos respiratorios altos cuyo origen está probablemente en la medicina tradicional ayurveda. Su uso, incluyendo indicaciones, soluciones y aparatos de administración, fue descrito por primera vez en la bibliografía médica a principios del siglo XX”.
El lavado con suero salino baña la cavidad nasal con suero salino líquido o pulverizado al introducir suero salino en una fosa nasal y permitir que salga por la otra. Las técnicas que emplean aparatos de administración que no precisan receta comprenden la presión positiva baja con un pulverizador o frasco con atomizador, o la presión por gravedad con un envase tipo Neti u otro recipiente con un aplicador nasal.
Por lo general se usa suero salino al 0,9% ó al 3% aunque se desconoce la salinidad, pH y temperatura óptimos que pueden depender de la preferencia del paciente.
El lavado nasal con suero fisiológico líquido puede ser útil para los síntomas de sinusitis crónica que persisten 12 semanas o más y esta es la indicación más frecuente del lavado nasal con suero salino. En un estudio incluido en una revisión Cohrane el uso diario de suero salino líquido al 2%, pero no pulverizado, añadido al tratamiento convencional logró una reducción del 64% de la intensidad global de los síntomas en comparación con solo tratamiento convencional. Estos pacientes lograron también una mejoría significativa de la calidad de vida específica por enfermedad a los 6 y 18 meses.
La evidencia favorable al uso del lavado nasal con suero salino líquido o pulverizado para los síntomas asociados a rinitis alérgica leve a moderada y de las infecciones agudas de la vía respiratoria alta es menos convincente.
Otros trastornos como la rinitis del embarazo y la rinosinusitis aguda pueden responder al lavado nasal con suero salino según las directrices de consenso que recomiendan su uso en estos trastornos.
El Dr. Rabago y la Dra. Zgierska señalan que “el mecanismo de acción exacto del lavado nasal con suero salino es desconocido”. “Una posibilidad es que en los trastornos respiratorios altos esté implicada la alteración de la función protectora de la mucosa nasal. El lavado nasal con suero salino puede mejorar la función de la mucosa nasal mediante diversos efectos fisiológicos como limpieza directa, eliminación de mediadores inflamatorios y mejora de la función mucociliar reflejada en un aumento de la frecuencia de barrido ciliar”.
La modificación de la técnica y el ajuste de la salinidad pueden ayudar a evitar los efectos adversos leves del lavado nasal con suero salino como una sensación de malestar y de nerviosismo la primera vez que se utiliza el lavado nasal. El suero salino líquido y el pulverizado producen efectos adversos similares.
Menos del 10% de los pacientes que emplean el lavado nasal con suero salino sufren efectos adversos como sensación autolimitada de ocupación del oído, escozor en la mucosa nasal y excepcionalmente epistaxis. No se han observado efectos adversos relevantes.
Las contraindicaciones del lavado nasal con suero salino son un traumatismo facial en proceso de curación porque el suero salino puede llegar a otros planos o espacios tisulares y los trastornos asociados a un riesgo elevado de aspiración como temblor de intención intenso u otros problemas osteomusculares o neurológicos.
Recomendaciones clínicas
Las recomendaciones clínicas prácticas esenciales y su nivel de evidencia son las siguientes:
- El lavado nasal es un tratamiento complementario efectivo de los síntomas de rinosinusitis crónica (nivel de evidencia A)
- Hay evidencia limitada de la eficacia del lavado nasal como tratamiento complementario de los síntomas de la rinitis alérgica o irritativa, síntomas de infección viral de la vía respiratoria alta y tratamiento posoperatorio tras cirugía sinusal endoscópica (nivel de evidencia B)
- Otros trastornos en los que se ha recomendado el lavado nasal son la rinitis del embarazo leve a moderada, rinosinusitis aguda, sarcoidosis nasosinusal y granulomatosis de Wegener (nivel de evidencia C)
El Dr. Rabago y la Dra. Zgierska concluyen que “en los pacientes con una indicación apropiada debería aplicarse una tanda de lavado nasal con suero salino”. “Las técnicas de lavado nasal con suero salino se enseñan con facilidad en al ámbito de la atención primaria. Los pacientes han identificado técnicas de aprendizaje efectivas (p.ej: práctica supervisada, folletos para el paciente) como elementos esenciales para el inicio y el mantenimiento satisfactorios”.