La conjuntivitis vírica es altamente contagiosa y deben
seguirse las medidas de precaución para evitar la transmisión.
Generalmente, los niños deben dejar de ir a la escuela hasta
la resolución de la afección.
La conjuntivitis vírica es autolimitada y dura de una semana
en los casos leves a tres semanas en los casos graves. Requiere sólo compresas calientes
o frías para aliviar los síntomas. Sin embargo, los pacientes con fotofobia grave
o cuya visión se ve afectada pueden beneficiarse de los corticoesteroides
tópicos (p. ej., acetato de prednisolona al 1%).
Generalmente el oftalmólogo es quien receta los corticoesteroides. Primero,
hay que determinar si hay herpes simple con queratitis (mediante tinción, lámpara
de hendidura y fluoresceína) porque los corticoesteroides pueden agravarlo.