Si se instaura un tratamiento eficaz, el pronóstico
de los pacientes con síndrome de apnea/hipopnea
obstructiva del sueño es excelente. El control de los factores de riesgo; la
presión positiva nasal continua en las vías aéreas (CPAP) o los dispositivos
bucales, y, en casos resistentes al tratamiento anterior, la cirugía de las
vías aéreas, son los tres pilares del tratamiento, cuyo objetivo es reducir los
episodios de hipoxia y la fragmentación del sueño.
En el caso del síndrome de apnea central del sueño, la terapia principal consiste
en el tratamiento óptimo de las afecciones subyacentes y en evitar los opiáceos
y otros sedantes que puedan agravar el proceso.