Los vómitos persistentes y la diarrea pueden provocar un agotamiento con hipotensión arterial y taquicardia. En los casos graves, se
produce shock, con colapso vascular e insuficiencia renal sin orina. El vómito agudo y grave puede llevar a anomalías sintomáticas de deshidratación con alteraciones
electrolíticas El vómito crónico puede provocar desnutrición, pérdida de peso y alteraciones metabólicas.