Los pies cavos en el niño no duelen y sólo se aprecia un arco excesivo muy elevado de la cara interna del pie, bien una inclinación hacia dentro del calcáneo, visto desde atrás y de pie, bien una zona abultada en el dorso del pie.
En el pie equinovaro congénito no tratado, la deformidad externa del pie es muy evidente, los niños caminan sobre el borde externo y el antepié tiende a cruzarse con el contralateral. En el adulto pueden observarse callos en la planta del pie