El dolor de cadera suele acusarse en la ingle, la nalga o en la cara lateral, y puede notarse
hasta la rodilla. El movimiento se ve limitado al abrir la
extremidad o al calzarse se acompaña de cojera y puede haber acortamiento.
El
dolor es al inicio de la marcha, al levantarse, ser incluso nocturno,
pulsátil e ir acompañado de contracturas.