ENFERMEDAD
TRASTORNOS DEL POTASIO
Presente en frutas (plátanos, uva negra), frutos
secos (pistachos, almendras, piñones), verduras (espinacas, calabaza, acelgas, patatas),
legumbres (soja, alubias, garbanzos), cereales integrales, carnes (rojas y
pollo), pescados (bacalao, salmón, sardinas) y lácteos, el potasio es un mineral
elemental en nuestro organismo, ya que, junto con el sodio, realiza funciones
básicas para el buen funcionamiento del organismo.
El potasio interviene actúa sobre el músculo y
el sistema nervioso, y, además de ser necesario para producir proteínas, para descomponer
y utilizar los carbohidratos, para desarrollar los músculos, para garantizar un
correcto crecimiento del organismo, para controlar la actividad eléctrica del
corazón y para controlar el equilibrio ácido-básico, como electrolito, participa
en el equilibrio osmótico (presión y concentración de sustancias en el interior
y exterior de las células).
Sólo un 2% del potasio corporal total se
encuentra en el espacio extracelular. El resto está dentro de las células,
mayoritariamente dentro de las células musculares.
El requerimiento diario de potasio para las
personas adultas y los niños mayores de 10 años es de unos 2 g/día. En
condiciones normales, la ingesta dietética de potasio oscila entre 40 y 150
mEq/día. El intestino delgado absorbe aproximadamente el 90% del potasio
ingerido. Las pérdidas fecales suelen aproximarse al 10% de la ingesta. La
excreción urinaria, que puede aumentar por un consumo excesivo de café, té,
alcohol y/o azúcar, contribuye con el equilibrio del potasio.
La hipopotasemia
es la concentración sérica de potasio <3,5 mEq/l, causada por una
deficiencia en los depósitos corporales totales de potasio o por una
movilización anormal del mineral hacia el interior de las células. Las causas
más frecuentes de hipopotasemia son las pérdidas excesivas a través de los
riñones o el tubo digestivo.
La hiperpotasemia
es la concentración sérica de potasio >5,5 mEq/l, causada por un depósito
excesivo de potasio en el organismo o por una movilización anormal del mineral
fuera de las células. Un incremento de la ingesta de potasio, el consumo de
fármacos que comprometen la excreción renal de este mineral y la presencia de nefropatía
son factores que contribuyen a su aparición.
La hipopotasemia
leve (potasemia entre 3 y 3,5 mEq/l) rara vez causa síntomas. La potasemia <3
mEq/l suele producir debilidad muscular, y puede ocasionar parálisis e
insuficiencia respiratoria. Los calambres, las fasciculaciones, el íleo
paralítico, la hipoventilación, la hipotensión arterial, la tetania y la
rabdomiólisis son otros tipos de disfunciones musculares que pueden aparecer
cuando los valores de potasio están por debajo de los límites de referencia. La
hipopotasemia persistente puede comprometer la capacidad renal de concentración
y provocar poliuria con polidipsia secundaria. Así mismo, en pacientes con
hipopotasemia grave, puede desarrollarse hiperexcitabilidad cardíaca.
Aunque a veces aparece una parálisis flácida,
la hiperpotasemia suele ser
asintomática hasta que se evidencia la toxicidad cardíaca. Las manifestaciones
clínicas suelen ser neuromusculares, con debilidad muscular y toxicidad
cardíaca, que puede evolucionar a fibrilación ventricular o a asistolia.
SÍNTOMAS
TRASTORNOS DEL POTASIO
Las contracciones localizadas o fasciculaciones son movimientos, incoordinadas e incontrolables de un pequeño
grupo muscular, invervado por una única fibra nerviosa motora, que pueden
palparse y verse por debajo de la piel.
La poliuria
es signo médico que consiste en la emisión de un volumen de orina superior al
esperado y, junto con la polidipsia o excesiva sed, es propia de la diabetes.
Los calambres
musculares son contracciones espasmódicas y, casi siempre, dolorosas de uno
o más músculos, que pueden aparecer durante el ejercicio o de manera
espontánea, por ejemplo, en la cama.
El aumento de la sed o polidipsia es un incremento desmesurado de la sed que puede llevar al paciente a ingerir grandes cantidades
de líquidos durante el día y es habitual en los pacientes con diabetes.
TRATAMIENTO
TRASTORNOS DEL POTASIO
El tratamiento de la hipopotasemia consiste en la administración de suplementos de
potasio por vía oral, o, en caso de hipopotasemia grave o de pérdidas
persistentes de potasio, por vía intravenosa.
La hiperpotasemia
leve (<6 mEq/l sin trastornos
electrocardiográficos) suele responder bien a la disminución de la ingesta de
potasio o a la suspensión de los fármacos que aumentan la potasemia. Los diuréticos
de asa, que estimulan la excreción renal del mineral, y el sulfonato de
poliestireno de sodio en sorbitol, administrado como resina de intercambio
catiónico para eliminar el potasio a través de la mucosa gastrointestinal, pueden
estar también indicados.
Los pacientes con hiperpotasemia moderada o grave (6-6,5 mEq/l) requieren atención
urgente. En estos casos, deben administrarse insulina y glucosa por vía
intravenosa, una solución intravenosa de calcio y, si es posible, un agonista β2-adrenérgico
por vía inhalatoria. Además, en general, deberá realizarse incluso hemodiálisis.