ENFERMEDAD
QUERATITIS
La queratitis es una inflamación de la córnea que se caracteriza por ulceración, edema y enrojecimiento de los vasos perilímbicos.
La queratitis intersticial es crónica, con una inflamación de las capas medias de la córnea que a veces se asocia a uveítis. Generalmente, la causa es infecciosa.
La mayoría de los casos se dan en niños o adolescentes como una complicación tardía de la sífilis congénita. En última instancia, pueden estar afectados ambos ojos.
En el síndrome de Cogan, se da una queratitis bilateral similar pero menos espectacular. El síndrome de Cogan es una enfermedad autoinmunitaria rara relacionada con el ojo y el oído interno, que afecta a los adultos jóvenes. La enfermedad aparece como resultado de una reacción autoinmunitaria dirigida contra un autoantígeno común en la córnea y en el oído interno. En torno al 10-30 % de los pacientes también presentan vasculitis sistémica grave.
También pueden causar queratitis la enfermedad de Lyme y la infección por virus de Epstein-Barr. Rara vez, la sífilis adquirida, el herpes simple, el herpes zóster o la tuberculosis pueden causar una forma unilateral de queratitis.
SÍNTOMAS
QUERATITIS
La fotofobia o sensibilidad a la luz obliga a desplazar la mirada y puede asociarse a dolor, lagrimeo y visión borrosa.
Las lágrimas que fluyen por la mejilla por obstrucción lagrimal, aunque los ojos secos también pueden provocar la obstrucción del drenaje lagrimal.
Generalmente, la opacidad
corneal es una causa de deterioro de la visión como vidriosa y puede ser leve o
moderada. Habitualmente,
aparece inflamación y los vasos de la córnea con enrojecimiento.
El dolor en el globo ocular es un síntoma más entre otros que le acompañan, pero hay que
valorar si se da al mover los ojos o en reposo. El dolor ocular grave apunta a una infección o una inflamación
Ojos enrojecidos hace
referencia al aspecto rojo de los ojos con los párpados abiertos y que refleja
la dilatación de los vasos oculares superficiales.
DIAGNÓSTICO
QUERATITIS
La queratitis cursa con opacificación de la córnea, y
otros hallazgos típicos de la exploración con lámpara de hendidura son determinantes
para el diagnóstico.
Hay que establecer la etiología específica. Los estigmas de
sífilis congénita, los síntomas vestíbulo-auditivos, los antecedentes de erupción en
expansión o la exposición a garrapatas avalan una etiología
específica. Sin embargo, todos los pacientes deben someterse a pruebas
serológicas, entre ellas la prueba de absorción de anticuerpos antitreponémicos
o la determinación de la microhemoaglutinación para Treponema Pallidum o el virus de Epstein-Barr.
Los pacientes con resultados negativos en las pruebas serológicas
pueden tener el síndrome de Cogan, un síndrome idiopático compuesto por
queratitis intersticial y déficits vestibulares auditivos.
Para evitar daños permanentes del sistema vestibular, los
síntomas de sordera parcial, acúfenos o vértigo también exigen la
revisión por un otorrinolaringólogo.