ENFERMEDAD
PÉRDIDA DENTAL
Los dientes pueden perderse por caries dentales, enfermedad periodontal o traumatismo, o pueden extraerse por un error en el tratamiento.
La pérdida de piezas dentales puede causar problemas oclusivos, estéticos y fonatorios, y puede permitir el movimiento anómalo de los dientes restantes.
De vez en cuando, se inflama la mucosa de debajo de los dientes (úlceras bucales, hiperplasia papilar inflamatoria).
Los factores que contribuyen a la pérdida dental, que por lo general son indoloros, comprenden infecciones por cándida, mal ajuste de la dentadura, una higiene deficiente, movimiento excesivo de la dentadura y, más frecuentemente, el uso de una dentadura postiza las 24 horas del día.
TRATAMIENTO
PÉRDIDA DENTAL
Casi siempre, una nueva prótesis de calidad mejora la situación. Otros tratamientos consisten en la mejora de la higiene bucal de la dentadura, el reacondicionamiento de la dentadura existente, retirando la dentadura durante períodos prolongados, y el tratamiento antimicótico (enjuagues bucales de nistatina), ya que durante la noche la nistatina penetra en la dentadura. Si persiste la inflamación, está indicada una biopsia y deben descartarse otras afecciones sistémicas
Los dispositivos dentales comprenden puentes fijos, prótesis parciales o completas, e implantes osteointegrados.
Un puente está compuesto de dientes postizos soldados entre sí y anclados en ambos extremos a una corona que se apoya en los dientes naturales (pilar), que son los que soportan toda la tensión al morder. Un puente es más pequeño que una dentadura parcial removible, pero pueden hacerse uno o varios puentes para reemplazar muchos dientes en una arcada dental.
Una dentadura parcial removible normalmente es un dispositivo con cierres que ajustan sobre los pilares y que puede quitarse para limpiarla y durante la noche. Parte de la tensión oclusiva puede recaer sobre los tejidos blandos en virtud de la dentadura, a menudo a ambos lados de la mandíbula. Este dispositivo suele utilizarse cuando hay que reemplazar muchos dientes y los puentes o implantes no son factibles o asequibles.
Una prótesis dental completa es un dispositivo removible que se utiliza cuando el paciente no tiene dientes. Ayudan al paciente a masticar y mejoran la fonética y la apariencia, pero no proporcionan la eficacia o la sensación de la dentición natural.
Cuando los dientes están ausentes, la mandíbula se reabsorbe lentamente, la dentadura postiza no ajusta bien y se necesita una revisión (denominada realineación o reajuste) o un reemplazo. Las alternativas son procedimientos quirúrgicos orales para ampliar la cresta alveolar o implantes dentales para reemplazar los dientes perdidos.
Típicamente, un implante es un cilindro o un tornillo de titanio que sustituye a la raíz de un diente.
Los implantes se anclan en el hueso alveolar, donde se fijan. Después de cuatro a seis meses, se colocan dientes artificiales definitivos conectados a los implantes.
Los implantes no son fácilmente desmontables, pero las prótesis sí. Para evitar una posible infección en estas zonas hay que mantener una higiene bucal escrupulosa.
Recientemente, la implantología ha evolucionado de tal manera que pueden colocarse implantes en condiciones óseas impensables, si previamente se preparan lechos óseos adecuados, con la asociación de materiales osteoconductores, factores de crecimiento o células madre.