ENFERMEDAD
OSTEOPENIA Y OSTEOPOROSIS
La osteoporosis es la enfermedad ósea
metabólica más frecuente y se caracteriza por una disminución progresiva de la
densidad de los huesos por pérdida del tejido óseo normal.
En la osteoporosis, el hueso está
correctamente calcificado, pero hay una menor cantidad de hueso por unidad de
volumen, lo que conlleva una disminución de la resistencia del hueso frente a
los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas por
traumatismos mínimos o inaparentes, en especial en la columna torácica y
lumbar, la muñeca y la cadera.
Según qué la provoque, la osteoporosis puede
clasificarse en:
- Osteoporosis primaria: responsable de más
del 95% de los casos de osteoporosis en mujeres, y probablemente del 80% en
hombres, y en la que pueden estar implicados factores como el déficit de estrógenos,
una baja ingesta de calcio o la falta de vitamina D. Incluye tres grandes
grupos: la osteoporosis idiopática juvenil o del adulto, sin causa conocida; la
osteoporosis tipo I o posmenopáusica, en la que influye claramente la falta de
estrógenos que se produce en la mujer en ese periodo de su vida, y la osteoporosis
tipo II o senil, que es la relacionada con el envejecimiento.
- Osteoporosis secundaria: responsable de
menos del 5% de los casos de osteoporosis en mujeres, aunque es probable que en
hombres el porcentaje sea mayor (20%). Las enfermedades endocrinas y
metabólicas (p. ej., hipercorticismo o hiperparatiroidismo), las enfermedades
genéticas (p. ej., osteogénesis imperfecta), las enfermedades hematológicas (p.
ej., mieloma), los fármacos (p. ej., corticoides, heparina o antiestrógenos) y
la inmovilización, junto a otros factores (p. ej., alcoholismo, desnutrición,
etc.), son algunas de las causas de este tipo de osteoporosis.
La osteoporosis no produce síntomas. En sí
misma, ni duele ni causa ninguna alteración. Las manifestaciones clínicas de la
osteoporosis dependen de las fracturas que se produzcan.
Las fracturas más frecuentes en la
osteoporosis de la mujer postmenopáusica son las fracturas vertebrales, que
causan dolor de espalda de inicio agudo con irradiación frecuente hacia el
abdomen, así como deformidad de la columna. Este dolor puede dar paso a un
dolor sordo y más continuo, producido por microfracturas, y que muchas veces es
el síntoma que lleva al diagnóstico. En el anciano, la osteoporosis produce
típicamente fracturas en los huesos largos, sobre todo en el fémur, donde es la
responsable de las típicas fracturas de cadera de las personas mayores.
SÍNTOMAS
OSTEOPENIA Y OSTEOPOROSIS
La osteoporosis no produce síntomas, sin embargo, la
fragilidad en los huesos provoca la aparición de dolor si existen fisuras o fracturas.
En la mujer postmenopáusica, las fracturas más frecuentes son las
fracturas vertebrales, que producen dolores muy agudos en la espalda y que
condicionan la aparición progresiva de deformidades de la misma por
aplastamientos vertebrales.
En el anciano, el dolor en osteoporosis, se produce
típicamente por fracturas en los huesos largos como el fémur y la muñeca a minimos traumatismos.
DIAGNÓSTICO
OSTEOPENIA Y OSTEOPOROSIS
En la osteoporosis, no existen alteraciones de
los análisis básicos que permitan hacer el diagnóstico.
Si bien, en teoría, la biopsia del hueso es la
que permite el diagnóstico de certeza de osteoporosis, en la práctica habitual,
se utilizan diversas técnicas radiológicas para el diagnóstico y el seguimiento
de la evolución de la enfermedad y de la respuesta al tratamiento del paciente
con osteoporosis, a destacar la densitometría. Las radiografías simples de los
huesos afectados, que muestran osteoporosis cuando ésta ya está bastante
avanzada, son más inespecíficas.
La DEXA (absorciometría radiológica con
energía dual) se utiliza para medir la densidad ósea, en general, en columna
vertebral, fémur proximal total o cuello femoral. Este estudio es diagnóstico
para osteoporosis, predice el riesgo de fractura y puede utilizarse para seguir
la respuesta al tratamiento. Los resultados de la DEXA se informan como puntaje
T (T-score), que corresponde al
número de desviaciones estándar en que difiere la densidad ósea del valor
normal para una persona sana joven del mismo sexo y grupo étnico. Un resultado
de DEXA >1 se define como osteopenia,
y sugiere un mayor riesgo de osteoporosis. Un resultado de DEXA >2,5 es diagnóstico de osteoporosis.
Se recomienda una DEXA de cribado a todas las
mujeres >65 años, así como en mujeres de entre 50 y 65 años que tengan
factores de riesgo de osteoporosis (antecedentes familiares de osteoporosis,
antecedentes de fracturas por fragilidad y bajo peso corporal). Igualmente, se
recomienda el cribado en personas de ambos sexos que presenten fracturas por
fragilidad, incluso en jóvenes.
Una vez diagnosticada la osteoporosis, deberán
buscarse causas de osteoporosis secundaria que puedan explicarla. Según las
manifestaciones clínicas, será necesario considerar unos estudios u otros.
TRATAMIENTO
OSTEOPENIA Y OSTEOPOROSIS
Los objetivos del tratamiento de la
osteoporosis pasan por preservar la masa ósea, prevenir las fracturas,
disminuir el dolor y mantener la función.
La tasa de pérdida ósea puede disminuirse con
el uso de fármacos y con la modificación de los factores de riesgo. Mantener un
peso adecuado; seguir una dieta rica en calcio y baja en proteínas; abstenerse
de tóxicos como el tabaco y el alcohol; tomar el sol, y realizar ejercicio
físico de forma regular son medidas
higienicodietéticas que deben tomarse en todo paciente con osteoporosis
para preservar la masa ósea.
Si con la dieta no se garantiza una cantidad
adecuada de calcio (1.000 mg/día o hasta 1.200-1.550 mg/día en la menopausia,
en el anciano o en períodos de mayor requerimiento, como la pubertad, el
embarazo y la lactancia), deberán administrarse suplementos de calcio junto con vitamina D.
Los bifosfonatos,
administrados por vía oral, son el tratamiento farmacológico de elección,
puesto que inhiben la resorción ósea y ayudan a preservar la masa ósea, lo que
disminuye el riesgo de fracturas vertebrales y de cadera en un 50%.
Una alternativa a los bifosfonatos orales es
el zolendronato parenteral, en dosis intravenosa anual, que aumenta la masa
ósea y disminuye el riesgo de fracturas vertebrales y no vertebrales.
La calcitonina
de salmón, por vía subcutánea o mediante spray nasal, es menos efectiva que
los bifosfonatos para el tratamiento de la osteoporosis.
Los estrógenos,
sobre todo si se inician dentro de los 4 a 6 años de la menopausia, pueden
preservar la densidad ósea y prevenir fracturas, sin olvidar, eso sí, que aumentan
el riesgo de tromboembolia y cáncer de endometrio, y que pueden aumentar el
riesgo de cáncer de mama.
La hormona
paratiroidea (PTH), que estimula la formación de hueso nuevo, se reserva
para pacientes que no pueden tolerar los agentes antiresortivos o tienen contraindicaciones
para su uso; pacientes que no responden a los agentes antiresortivos, al calcio,
a la vitamina D y a los ejercicios, y pacientes que presentan nuevas fracturas
y pérdida de densidad mineral ósea.
Otro pilar muy importante del manejo del
paciente con diabetes es educarle del riesgo de caídas y fracturas, y
desarrollar programas individuales para aumentar la estabilidad física y prevenir las caídas.
Finalmente, el tratamiento irá encaminado a controlar el dolor y mantener la función. Soporte
ortopédico, analgésicos, calor y masajes permiten aliviar el dolor agudo; dispositivos
ortopédicos y ejercicios para fortalecer los músculos paravertebrales serán necesarios
en el dolor crónico.