ENFERMEDAD
OBSTRUCCIÓN LAGRIMAL (EPÍFORA)
La epífora es el lagrimeo excesivo con sensación de ojos llorosos o lágrimas que caen por la mejilla. El lagrimeo puede estar causado por un exceso de producción de lágrimas o la disminución del drenaje nasolagrimal.
Las causas más frecuentes de lagrimeo por aumento de la producción de lágrimas son:
Sequedad ocular reumática, rinitis alérgica y conjuntivitis alérgica (reflejos lagrimales producidos en respuesta a la sequedad de la superficie ocular). Cualquier trastorno que provoque irritación conjuntiva o corneal puede aumentar la producción lagrimal. Sin embargo, la mayoría de los pacientes con trastornos corneales que provocan exceso de lagrimeo (p. ej., abrasión corneal, úlcera corneal, cuerpo extraño corneal, queratitis) presentan ojos con síntomas distintos del lagrimeo (p. ej., dolor, enrojecimiento). Del mismo modo, el glaucoma de ángulo cerrado primario y la uveítis anterior pueden provocar lagrimeo, pero tienen es más probable que den lugar a otros síntomas, tales como dolor y enrojecimiento.
Las causas más frecuentes de disminución del drenaje nasolagrimal son:
Estenosis lagrimal idiopática (es la causa más frecuente de epífora inexplicable relacionada con la edad), dacriocistitis, ectropión, cuerpos extraños (p. ej., piedras, infección subclínica por Actinomyces); sin embargo, también hay que considerar los tumores.
La obstrucción también puede ser una malformación congénita.
Muchos trastornos por fármacos pueden causar estenosis u obstrucción del drenaje nasolagrimal.
DIAGNÓSTICO
OBSTRUCCIÓN LAGRIMAL (EPÍFORA)
A menudo, las pruebas son innecesarias si sólo hay
lagrimeo, pero en cambio son necesarias en casos de dacriocistitis
infecciosa recurrente, que puede evolucionar a afecciones orbitarias más graves.
La prueba de Schirmer con una gran cantidad de humedad
(p. ej., > 25 mm) indica sequedad ocular por evaporación como causa del
lagrimeo, pero la prueba de Schirmer con muy poca humedad (5,5 mm) indica
sequedad ocular por insuficiencia acuosa. Normalmente, esta prueba la
lleva a cabo un oftalmólogo para garantizar una realización y una
interpretación correctas.
El sondaje con solución salina para el drenaje
lagrimal es una prueba que puede ayudar a detectar la obstrucción anatómica,
así como la estenosis debida a una obstrucción completa del sistema de drenaje nasolagrimal.
La irrigación se realiza con y sin fluoresceína. El reflujo a través
de la salida con señales de obstrucción fija y drenaje nasal
significan estenosis. Esta prueba se considera complementaria y la realiza
siempre un oftalmólogo.
Los estudios y procedimientos de imagen (dacriocistografía,
TC, endoscopia nasal) a veces son útiles para delimitar la anatomía anómala
cuando se considera la cirugía o de vez en cuando para detectar un
absceso.
TRATAMIENTO
OBSTRUCCIÓN LAGRIMAL (EPÍFORA)
La obstrucción nasolagrimal congénita a menudo se resuelve
espontáneamente. En los pacientes menores de un año, la compresión manual
del saco lagrimal cuatro o cinco veces al día puede aliviar la
obstrucción distal. Después de un año, el conducto nasolagrimal puede
necesitar un sondaje con anestesia general. Si la obstrucción es
recurrente, puede insertarse un tubo de drenaje temporal.
En la obstrucción nasolagrimal adquirida,
la irrigación del conducto nasolagrimal puede resultar terapéutica
cuando los trastornos subyacentes no responden al tratamiento. En general, se
utiliza irrigación lagrimal mediante una cánula especialmente desarrollada para
tal fin, que de forma no traumática permite introducir una solución fisiológica
a través de la vía lagrimal. En los casos de estenosis canalicular, generalmente
la dilatación es curativa.
Como último recurso, si la estenosis es grave y
molesta, puede crearse un pasaje entre el saco lagrimal y la fosa nasal mediante
cirugía (dacriocistorrinostomía).