ENFERMEDAD
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL NEONATO
La obstrucción meconial es la obstrucción del íleon terminal por un meconio anormalmente duro.
Después del nacimiento y durante las primeras 12 h a 24 h, los recién nacidos pueden presentar signos de obstrucción intestinal, entre ellos vómitos biliares y distensión abdominal
La obstrucción meconial se produce casi universalmente en los recién nacidos con fibrosis quística y representa hasta el 33% de las obstrucciones intestinales del neonato.
A veces, pueden palparse asas de intestino distendido a través de la pared abdominal y pueden observarse características pastosas.
La peritonitis por oclusión meconial con dificultad respiratoria y ascitis puede llevar a perforación intestinal.
SÍNTOMAS
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL NEONATO
La obstrucción intestinal en los recién nacidos que no evacuan el meconio en las primeras 12 a 24 horas es habitual, pero los signos de obstrucción intestinal verdaderos se acompañan de vómitos verdosos, distensión
abdominal y ausencia de evacuación del meconio.
A
través de la pared abdominal pueden palparse el abultamiento de las asas de intestino distendidas.
DIAGNÓSTICO
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL NEONATO
El diagnóstico de la obstrucción intestinal se basa en la
presentación clínica y los pacientes deben someterse a radiografías
abdominales, que ponen de manifiesto asas intestinales dilatadas.
La ecografía prenatal puede detectar alteraciones en el
útero que dejen entrever la presencia de fibrosis quística e íleo meconial,
pero estas alteraciones son inespecíficas.
En el neonato, el diagnóstico se sospecha por
los signos de obstrucción intestinal, especialmente si existen
antecedentes familiares de fibrosis quística. Sin embargo, los niveles de
líquido a menudo están ausentes.
Una radiografía con aspecto de "burbuja de
jabón" debido a las burbujas del aire mezclado con el meconio es
diagnóstico de obstrucción meconial. Un enema opaco revela un microcolon con obstrucción
en el íleon terminal.
TRATAMIENTO
OBSTRUCCIÓN INTESTINAL NEONATO
El enema de contraste hidrosoluble puede ser terapéutico para el meconio de las primeras horas del recién nacido, pero el tratamiento consiste en la desobstrucción con contraste diluido bajo radioscopia y, si no se consigue la desobstrucción, cirugía.
La desobstrucción puede llevarse a cabo en los casos no complicados (p. ej., sin perforación, vólvulo o atresia), mediante la administración de más de un enema de contraste radiográfico diluido con N-acetilcisteína bajo radioscopia.
Si el enema no consigue la desobstrucción, es necesaria una laparotomía.
Generalmente, para licuar y eliminar el meconio anómalo es necesaria una ileostomía doble mediante lavado repetido con N-acetilcisteína en las asas proximales y distales.