ENFERMEDAD
NEUMONÍA
La neumonía es una inflamación aguda de los pulmones causada
por una infección. El diagnóstico inicial se basa generalmente en la radiografía
de tórax. Las causas, los síntomas, el tratamiento, la prevención y el pronóstico
difieren según si la infección es bacteriana, vírica, fúngica o parasitaria; si
se contrae en la comunidad, un hospital o una residencia de ancianos, y si se presenta
en un paciente inmunocompetente o inmunodeprimido.
De 2 a 3 millones de personas en Estados Unidos desarrollan
neumonía cada año, de los cuales aproximadamente 45.000 mueren. La neumonía es
la infección mortal hospitalaria más frecuente y la causa más común de muerte
en los países en desarrollo.
Las bacterias son la causa más común de neumonía en los
mayores de 30 años. En todos los grupos de edad y regiones geográficas el patógeno
más frecuente es el Streptococcus
pneumoniae. Sin embargo, patógenos de todo tipo, desde virus a parásitos, pueden
provocar una neumonía.
SÍNTOMAS
NEUMONÍA
La tos es
una maniobra espiratoria explosiva que pretende despejar de manera refleja o
deliberada las vías respiratorias. Si bien es una respuesta normal a la
presencia de moco o de materias extrañas en las vías respiratorias bajas o
altas, la tos persistente es molesta y generalmente indica irritación de las
vías respiratorias.
La fiebre es la temperatura corporal elevada, con registros mayores de 37,8 grados por vía oral o 38,2 grados
por vía rectal, o una elevación de la temperatura corporal por encima de la
variación diaria normal.
Durante el período de 24 horas, la temperatura varía desde los niveles más bajos a primera
hora de la mañana hasta los niveles más altos por la tarde y la variación máxima
suele estar alrededor de 0,6 grados.
La temperatura está determinada por el equilibrio entre la producción de calor de los tejidos,
especialmente el hígado y los músculos, y la pérdida de calor periférica.
En la persona sana, el centro termorregulador hipotalámico mantiene la temperatura corporal de los
órganos internos entre 37 grados y 38 grados
La capacidad para generar fiebre es menor en ciertas personas como en alcohólicos, gente muy
mayor o gente muy joven.
DIAGNÓSTICO
NEUMONÍA
Radiografía de tórax y síntomas clínicos
A veces broncoscopia y cultivos de sangre.
Con frecuencia, el diagnóstico se sospecha debido a la
aparición de un nuevo infiltrado en una radiografía de tórax que se realiza para
la evaluación de síntomas o signos nuevos como por ejemplo leucocitosis.
Sin embargo, ningún síntoma, signo o hallazgo radiológico es sensible o
específico para el diagnóstico, porque puede estar causado por un edema
pulmonar, una embolia pulmonar o una atelectasia y puede formar parte de los signos
clínicos del síndrome de dificultad respiratoria aguda. Debe efectuarse
un diagnóstico diferencial con muchas otras afecciones pulmonares.
TRATAMIENTO
NEUMONÍA
Si se sospecha el diagnóstico, el tratamiento empírico consiste
en antibióticos, basándose en los patrones de sensibilidad local, los factores
de riesgo específicos del paciente y las condiciones habituales de la
neumonía en el adulto.
El uso indiscriminado de los antibióticos contribuye
a la aparición de resistencia a los mismos. Por lo tanto, el tratamiento puede iniciarse
con el uso de antibióticos de amplio espectro, que se sustituirán por el fármaco
más específico disponible para los patógenos habituales.
Otras estrategias para limitar la resistencia, que no han
demostrado tener eficacia, comprenden la suspensión de los antibióticos durante
72 horas y el tratamiento con los antibióticos elegidos empíricamente o bien
la realización de un cultivo de esputo.
Existen varias pautas, pero todas deben comprender antibióticos
eficaces contra los organismos gramnegativos y grampositivos resistentes.