ENFERMEDAD
DISFAGIA
La disfagia es la dificultad para deglutir. Esta afección es consecuencia de la dificultad para transportar líquidos, sólidos o ambos desde la faringe hasta el estómago.
La disfagia no debe confundirse con la sensación de globo, una sensación de nudo en la garganta que no guarda relación alguna con la deglución y en la que el transporte se produce sin obstáculos.
Complicaciones: la disfagia puede dar lugar a aspiración traqueal del material ingerido, secreciones orales o ambas. La aspiración puede causar neumonía aguda y aspiración recurrente que a la larga puede llevar a enfermedad pulmonar crónica. La disfagia prolongada a menudo lleva a nutrición insuficiente y pérdida de peso.
DIAGNÓSTICO
DISFAGIA
Se utiliza la papilla baritada por vía oral. Si la
prueba muestra una obstrucción, hay que realizar una endoscopia y
posiblemente una biopsia para descartar un posible cáncer.
Si la papilla baritada es indicativa de un trastorno
de la motilidad, hay que realizar estudios de la motilidad esofágica.
Otras pruebas para causas específicas se realizan en función
de los hallazgos.
TRATAMIENTO
DISFAGIA
El tratamiento va dirigido a la causa específica. Si se produce una obstrucción completa, es imprescindible realizar una endoscopia digestiva alta de urgencias.
Si existe estenosis, se realiza una dilatación endoscópica cuidadosa.
En espera de la resolución, los pacientes con disfagia orofaríngea pueden beneficiarse de la evaluación por un especialista en rehabilitación.
A veces, los pacientes se benefician del cambio de postura durante las comidas o la reeducación de los músculos de la deglución, con ejercicios para mejorar la capacidad de alojar un bolo alimenticio en la cavidad bucal o ejercicios de fuerza y coordinación de la lengua.
Los pacientes con disfagia grave y aspiración recurrente pueden necesitar una sonda de gastrostomía.