La dermatitis de contacto es la inflamación aguda de la piel causada por irritantes o alergenos. El síntoma principal es el prurito y los cambios cutáneos van desde eritema, ampollas y ulceración, a menudo alrededor de las manos, pero se puede producir en cualquier superficie de piel expuesta.
Son numerosas sustancias que la pueden desencadenar:
• Productos químicos (por ejemplo, ácidos, álcalis, solventes, sales de metales)
• Jabones (por ejemplo, abrasivos, detergentes)
• Plantas (por ejemplo, flores de Pascua, pimientos)
• Líquidos del cuerpo (por ejemplo, orina, saliva)
Las propiedades del irritante (por ejemplo, pH extremo, solubilidad en la película de lípidos en la piel), el medio ambiente (por ejemplo, baja humedad, alta temperatura, alta fricción) y el paciente (por ejemplo, muy joven o viejo) influyen en la probabilidad de desarrollarla.
En la fase de sensibilización, los alérgenos son capturados por las células de Langerhans (células dendríticas epidérmicas), que migran a los ganglios linfáticos regionales donde entran en contacto con los linfocitos T. El proceso puede ser breve (6 a 10 días para fuertes sensibilizadores como hiedra venenosa) o prolongados (años para sensibilizadores débiles como protectores solares, fragancias y glucocorticoides). Las células de T sensibilizadas migran hacia la epidermis y se activan ante cualquier nueva exposición al alergeno con liberación de citoquinas, reclutamiento de células inflamatorias y llevando a la síntomatología característica.