En los pacientes con eructos hay que buscar la causa en la aerofagia, sobre todo las causas alimentarias.
Hay que evaluar los gases, la hinchazón o los flatos, y la relación entre los síntomas y las comidas.
En algunos pacientes, sobre todo en los casos agudos, puede utilizarse el término "gas" para describir síntomas de isquemia coronaria. También hay que buscar las alteraciones en la frecuencia, el color y la consistencia de las heces o los antecedentes de pérdida de peso.
No están indicadas pruebas para eructos a menos que otros síntomas dejen entrever un trastorno particular.
Hay que plantearse realizar pruebas para detectar la intolerancia a los hidratos de carbono (p. ej., lactosa, fructosa) y pruebas de alcoholemia sobre todo cuando la anamnesis indica un consumo significativo de estos azúcares.
También hay que considerar la realización de pruebas de proliferación bacteriana intestinal, especialmente en los pacientes que también presentan diarrea, pérdida de peso o ambas cosas, preferentemente en los microrganismos aeróbicos y anaeróbicos de los aspirados del intestino delgado obtenidos durante la endoscopia digestiva alta.