El diagnóstico se basa en la presentación clínica. Es necesaria
una radiografía de tórax sólo si los hallazgos dejan entrever neumonía (p. ej.,
constantes vitales anómalas, crujidos, signos de consolidación, hipoxemia).
Los ancianos son la excepción ocasional. Pueden necesitar una
radiografía de tórax con tos productiva y fiebre en ausencia de hallazgos en la
auscultación.
Generalmente, los cultivos de esputo y la tinción de Gram
no tienen ninguna función.
Los pacientes con tos persistente deben someterse a una
radiografía de tórax.