El diagnóstico de la perforación timpánica se basa en la
otoscopia, junto con la hemorragia. A menudo, no es necesario ningún
tratamiento específico.
Las perforaciones pequeñas pueden requerir estudios de
impedancia.
Los estudios audiométricos se realizan antes y después del
tratamiento para evitar la confusión entre la sordera parcial inducida por el
traumatismo o la inducida por el tratamiento.
Los pacientes con sordera parcial marcada o vértigo
grave deben ser evaluados por un otorrinolaringólogo lo antes posible.
La timpanoplastia exploradora puede ser necesaria para evaluar y reparar los daños.