Los pacientes con acúfenos (ruido en los oídos) deben someterse
a una evaluación audiológica completa para determinar la presencia, el grado
y el tipo de pérdida auditiva.
En los pacientes con acúfenos unilaterales y pérdida auditiva,
debe descartarse un neurinoma del acústico mediante resonancia magnética nuclear con gadolinio.
Sin embargo, en las personas con acúfenos unilaterales y una
audición y una exploración física normales, no es necesaria una RMN a
menos que los acúfenos persistan durante más de seis meses.
Las personas con evidencia visible de un tumor vascular en
el oído medio requieren una tomografía computerizada o una resonancia magnética con gadolinio.
Los acúfenos pulsátiles, objetivos, sin anomalías en la exploración
del oído o en la audiometría exigen pruebas adicionales del sistema
vascular (vasos intracraneales carotídeos y vertebrales).
La secuencia habitual es empezar con la angiografía o
la resonancia magnética nuclear (RMN). Sin embargo, la RMN no es muy específica
y se considera la realización de una arteriografía. No obstante, hay que contrastar
los riesgos significativos de la arteriografía con el posible beneficio del
diagnóstico y el tratamiento (con embolización) de esta anomalía vascular.